¿Cómo afecta la Covid-19 al sector de las mudanzas?
En tiempos de coronavirus, la ejecución de mudanzas se ha paralizado por completo. Más de tres meses después de que se decretase el estado de alarma en el país y se confiase en los hogares a toda la población, aquellas personas que tenían entre sus planes desplazarse a una nueva vivienda han tenido que vivir un profundo debate en el que se discutía la posibilidad de realizar la práctica.
La mudanza en tiempos de cuarentena
No obstante, según publicó el Gobierno estatal en el Boletín Oficial del Estado (BOE), las mudanzas se pueden realizar durante la cuarentena, pero solo en el caso de que no se puedan aplazar. Es evidente que debe haber una justificación sólida para permitir el desplazamiento de cualquier persona y, además, el usuario en cuestión tiene la obligación de disponer y presentar a las autoridades que acredite su motivo.
Tal y como ha señalado Protección Civil, existen tres únicos casos en los que se permite el traslado de municipio o comunidad y se reservan a todas las personas que precisan acudir a trabajar de manera urgente:
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El personal sanitario que se muda a otra localidad para ejercer su labor y que ha sido contratada ante la gravedad de la expansión de la pandemia.
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Personal de oficinas e investigación, aunque sí se establece el teletrabajo, deberán acogerse a dicha posibilidad, a no ser que se trate de un caso de fuerza mayor.
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Ciudadanos o empresarios que deben ejecutar cuanto antes la mudanza debido a la finalización del contrato. Este último caso puede evitarse si se llega a un acuerdo entre el casero y el arrendatario, al tratarse de una situación excepcional y por motivos de prevención.
En el caso de que a alguien se le ocurriese realizar una mudanza total, a parte de que los camiones de mudanzas no impartan el servicio, se enfrentan a una multa si las autoridades descubren a las personas que pueden rondar los 30.000 euros.
Las mudanzas en tiempos de desescalada
En este momento de desescalada, las mudanzas empiezan de nuevo a hacerse camino y el panorama ha mermado hacia una situación más positiva de “nueva normalidad”.
El documento que se ha desarrollado para la flexibilización de las actividades restringidas durante la expansión de la Covid-19 en España, elimina por completo el requisito de urgencia o fuerza mayor a la hora de realizar mudanzas dentro de la misma provincia, pero siguen precisando de un documento que lo acredite, al menos, en Fase 1 y a lo mejor en la 2. A partir de ahí, esta competencia pasa a formar parte de las Comunidades Autónomas, que gestionan en función del avance de la pandemia y de los que consideren oportuno.
Por esta razón resulta una labor relevante que se contraten, y más en estos tiempos tan convulsos, empresas especializadas en realizar mudanzas. Movers-e ha establecido un protocolo de seguridad en la empresa para proteger no solo los muebles a trasladar, sino también a todo el entorno: sus trabajadores y clientes.
Por su parte, los técnicos expertos en mudanzas han recibido información para aplicar las medidas de seguridad e higiene pertinentes que se basa en la desinfección de vehículos, el uso de las mascarillas y los guantes para transportar las cajas y garantizar el desempeño de la actividad de manera justa y digna, sin asumir riesgos.
En la Fase 3, las regulaciones sobre el plan de mudanza se volverán a modificar, ya que se podrán extender hacia otras provincias y comunidades, al permitirse ya la comunicación entre aquellas zonas que se encuentren en este último eslabón. Aquí ya no será necesario disponer de la documentación que acredite el desplazamiento.