Viajar a Montpellier
Montpellier ciudad de origen medieval, con una perfecta ubicación al sur de Francia en la región de Languedoc-Rosellón, a tan solo 11 kilómetros del Mediterraneo es una de las ciudades francesas cuya demografía ha aumentado asiduamente triplicandose en la actualidad.
Está cruzada por dos ríos: el Mosson al oeste y el Lez al este. Es una de las metrópolis más soleadas de Francia, con una media alrededor de 300 días de sol al año. La ciudad situada sobre un terreno ondulado cuenta con 272.084 habitantes.
Mudarse a Montpellier, es pasar cómodamente del trajín y el alboroto propio de la ciudad para llegar a la playa, pudiendo ir en tranvía, bicicleta o en coche. A pesar de que Montpellier no es una ciudad de costa, está lo bastante cerca del Mediterráneo como para poder relajarnos y tomar el sol en uno de los diversos complejos que se localizan a menos de veinte minutos del núcleo de la ciudad.
Un esplendor demográfico transformó Montpellier, previamente conocida como Monspessulanus, en la tercera ciudad más grande de la costa mediterránea y en la octava de Francia.
Montpellier ofrece diferentes opciones para ver y llevar a cabo, por ello, los turistas no tendrán tiempo para aburrirse, puesto que la cantidad de visitantes en la ciudad es verdaderamente extensa. Hacer turismo por la catedral de San Pedro de Montpellier, asistir al mercado cubierto, ir a sus playas contiguas o a los emocionantes encierros de La Camarga, todo ello en un entorno agradable y cálido que presenta el sur de Francia son algunas de las vivencias que podrás vivir en tu estancia en la ciudad.
Destaca así una arquitectura seductora, consiguiendo su mayor brillo en áreas como el núcleo histórico, con enormes plazas como la Place de la Comédie o el hermoso Teatro de la Comédie y bellos palacios del siglo XVII y XVIII.
Indudablemente estamos frente a una ciudad que tiene mucho que darnos. Un sitio colmado de historia en el que también, disfrutaremos de su exquisita gastronomía,con certeza un extra a considerar.